7.1 El hombre y las máquinas

OPINIONES

El hombre y las máquinas


RESUMEN: a partir de considerar que el todo no es la simple suma de las partes establecemos un paralelismo entre las maquinas que construimos y las funciones básicas y superiores de los seres humanos.


Una CONFIGURACIÓN u ORDENAMIENTO de partes crea fenómenos inimaginables, mucho más allá de la simple suma de sus funciones individuales. El todo no tiene por qué ser la simple suma de las partes, puede, y generalmente es, mucho más que eso. Evidente para todo aquel acostumbrado a hacer programas para computadoras; pero también el lenguaje y la literatura son un buen ej. los programas de computadoras permiten que estas cumplan las más disimiles funciones. Y por otra parte, encadenamientos determinados de letras (organización u ordenamiento) forman palabras, hacen oraciones y elaboran libros sobre los más disimiles temas.

 

LA CLAVE ESTÁ EN LA ORGANIZACIÓN

ESENCIAS, IDEAS

MAS QUE EN LOS ELEMENTOS QUE LA CONFORMAN

SUSTANCIA,  MATERIA

CUYA VARIABILIDAD ELEMENTAL ES MUY PEQUEÑA[1].

 

De allí los cambios cualitativos cuando pasamos de la física a la biología, y de esta última a la psicología, también del micro al macro-mundo, donde se hacen necesarios nuevos conceptos y principios, y una forma propia de análisis para un verdadero y profundo progreso en cada nivel.

Por otra parte las nuevas configuraciones se retroalimentan y actúan sobre sus constituyentes convirtiéndose de efectos en causas. Ej. La acción consciente de la mente sobre el cuerpo.

Un dispositivo programable, computadora, autómata, guardando las debidas distancias, cerebro, es un agregado de elementos materiales que realizan funciones muy simples. Los programas elaborados para tales dispositivos pueden cumplir funciones muy complejas para las más disimiles aplicaciones en otras máquinas y actuar sobre ellas adaptando, ajustando y controlando sus parámetros de funcionamiento: temperatura, ahorro de energía, horarios de trabajo, etc. y nuestra civilización está llena de tales autómatas que van de los más elementales a los muy complicados.

Estos autómatas programan y controlan el funcionamiento de otras máquinas así como su protección y conservación; pero no existe ningún límite teórico para que no se pueda mediante los mismos construir otras máquinas semejantes. Las maquinas construyen maquinas, siempre lo han hecho; pero cada vez pueden hacerlo con menor intervención humana.

En una gran planta química de proceso continuo se miden, ajustan, y controlan, cientos de parámetros en tiempo real, teniendo en cuenta múltiples relaciones entre ellos. Algo comparable, ¿por qué no?, al sistema vegetativo del cerebro humano. Las diferencias son de grado, no de principio.

Y estas 2 funciones básicas de la vida, la reproducción y la autoconservación, aunque en forma aun grosera, pueden implementarse en las máquinas.

Mediante nuevas avances de la ingeniería, la biología molecular, la nanotecnología, la robótica y la electrónica, entre otras, será cada vez mayor esta implementación.

La transición de la física a la biología nos señala como grandes eventos globales cualitativamente diferentes, (conservación, reproducción) se logran a partir de configuraciones más complejas de los elementos físicos  que lo constituyen.

El paso al siguiente nivel, el de la conciencia, requiere nuevas consideraciones; pero se elabora sobre las mismas bases.

La clave de todo, a nuestro modo de ver, se encuentra en 2 hechos:

  1. el desarrollo embrionario del ser humano,
  2. y su capacidad de aprendizaje.

Este último fuertemente dependiente de las características del primero.

No hay dudas de que el pensamiento humano utiliza toda la base física, química, fisiológica, en fin, “material”, que constituye el cerebro, y que hay correspondencias entre uno y otro,

 

EN AMBOS SENTIDOS,

DESDE EL PUNTO DE VISTA CAUSAL.

 

En todos los niveles la organización actúa sobre su estructura para conservarla y desarrollarla.

Al igual que el pulsado de las cuerdas de una guitarra, no constituye por sí mismo una melodía; los fenómenos físicos que tienen lugar en el cerebro tampoco constituyen, por si mismos, el pensamiento. La melodía es un orden estructural que se manifiesta a través de procesos en el tiempo, es dicha organización lo que la constituye y no los procesos físicos a través de los cuales se patentiza. En OPINIONES anteriores mencionamos el ej. De un libro. Papel y tinta sustentan la información, no la constituyen, el vehículo a través de la cual se expresa no es la información misma: EL PENSAMIENTO.

COMO TAMPOCO NUESTRO CUERPO ES NUESTRO ESPÍRITU

A PESAR DE SER EL SOSTÉN DE NUESTRA CONCIENCIA.

El orden organizacional, nivel espiritual diría un místico, es percibido por nosotros directamente  en el terreno que conocemos como sentimientos y sensibilidad. No sensaciones, sino sensaciones conceptualizadas, sentido de lo bello, de lo justo, de lo trascendente, sensaciones analizadas por la estructura de razonamiento que nos es propia. La famosa red de Eddigton[2] que puede dejar pasar muchas cosas sin detectarlas; pero que es la única que tenemos y nos ha llevado donde estamos, que no es poco.

     Las respuestas del hombre a su ambiente, y en general de todos los seres vivos, se establecen en función de las nociones  de agrado y desagrado.

     Estos conceptos son primarios. Su definición seria tautológica, y en los niveles más elementales de la vida, quizás sea más apropiado hablar de estímulo y respuesta; por suponerse la ausencia de conciencia, propia de los términos de agrado y desagrado. Aunque, ¿acaso no es lo mismo solo que a un nivel muy elemental?

     En líneas muy generales y simplificadoras, podemos suponer el cerebro humano como el hardware de una computadora, en la que se dispone de un programa básico, el sistema operativo, que se ocupa del control del medio interno, con algunas subrutinas de muy alta prioridad que responden a la conservación de la vida y su reproducción, y cuyos resultados finales llamamos instintos, y cuando están adecuadamente controlados, deseos.

     Estos programas básicos nos acompañan al nacer, junto con:

  • Un programa de aprendizaje que llenaría el resto de la memoria de acuerdo con las experiencias físicas y mentales valoradas por el “sentimiento” de agrado o desagrado, y cuyas principales políticas de selección están marcadas por la conservación y la reproducción.

 

  • que en el plano físico responden al bienestar, y habilidades del cuerpo, y que con su repetición se constituyen, cada vez en mayor medida, en respuestas automáticas (caminar, habilidades deportivas, manuales etc.)

 

  • y en el plano espiritual en experiencias emocionales: amor, odio, seguridad, inseguridad, miedo, intelectuales, instrucción y culturales: patrones de belleza, normas de conductas, que se convierten en la personalidad del individuo.

 

  • esta labor de aprendizaje y permanente re-estructuración no termina ¿sino con la muerte?;

 

  • pero es más intensa y significativa en los primeros años de vida,

 

  • de aquí la enorme importancia de contar con sistemas de educación adecuados, que ayuden a mantener procesos de cambio con nuevas experiencias, y no que anclen el desarrollo espiritual con dogmatismos.

 

  1. En el reino animal, cuanto más preparadas estén las especies, al nacer, para cumplir las funciones que le son características, tanto menos es lo que pueden aprender de su experiencia social. Ej. Hormigas y abejas, a pesar de su cooperación social, tienen un comportamiento rígido instintivo.

 

  1. A medida que subimos en la escala animal, estos nacen más desvalidos, y adquieren cada vez mayor conocimientos a partir de sus experiencias (perros, monos). En el extremo de la escala, el hombre, el más desvalido de todos, puede emplear un tercio de su vida para su plena adultez, haciendo su comportamiento esencialmente social.

 

  1. Esto último significa un enorme salto en términos de tiempo, para la evolución. Las capacidades trasmitidas por herencia (genes) requieren grandes periodos de tiempo para su consolidación, mientras que las potencialidades adquiridas socialmente se consolidan con mayor rapidez.

 

  1. La llamada “naturaleza” a través de la “materia” (conservando el nombre con nuevos significados) sigue un propósito, aunque lo nieguen los biólogos argumentando que solo se cumplen las leyes existentes;

Porque es precisamente mediante ese cumplimiento, que se manifiesta el propósito,

Por encima de cualquier contingencia.

Las leyes de la naturaleza

no constituyen principios aislados,

sin conexión entre ellos;

Sino forman un sistema perfectamente imbricado.

 

“DIOS ES LEY EN LO EXTERNO”.

La fuerza o poder que rige el mundo

no obra con la magia y milagros

que se inventan los hombres.

 

Su magia y sus milagros son mucho más poderosos.

LA CONSTITUYEN SUS LEYES,

     Que por cierto

NO SE NOS CAMBIAN EN MEDIO DEL JUEGO;

pero que habremos de descubrir mientras jugamos.

LA LEY ES UNA;

AUNQUE NO CONOZCAMOS TODAS

SUS MANIFESTACIONES.

Y LAS LEYES, JUNTO AL AMOR,

CONSTITUYEN LA ESENCIA DEL PODER

QUE LO SOSTIENE TODO,

                             


[1] Pero establece diferencias factuales en eventos con idénticas estructuras en su esencia objetiva, por la distinción entre las variables de cada expresión debido a la relaciones de estas con la sustancia.

[2]LA FISICA Y LA FILOSOFIA. S. A. Eddigton: a partir de considerar que el todo no es la simple suma de las partes establecemos un paralelismo entre las maquinas que construimos y las funciones básicas y superiores de los seres humanos.



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