OPINIONES
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El propósito
RESUMEN: ¿Tiene el existir un propósito? Desde la ciencia identificamos este propósito, que nos insinúa la historia, y nos anunciaban en términos tan simples que resultaban herméticos, textos antiguos.
Aun cuando ciertas, las influencias de las ideas y la voluntad, de la fe y de las afirmaciones, en la materia, su actuar se realiza a través de las leyes que esta obedece.
Lo espiritual, cada vez en mayor medida, conduce la evolución de la materia; pero siempre a través de sus leyes.
La materia misma se nos revela por la ciencia cada día más espiritual. Ahora sabemos que los cuerpos son prácticamente “vacío”, y que su impenetrabilidad es debida a los campos eléctricos y no a la sustancia de que están hechos. Que la imagen primera y directa que tenemos del mundo, aunque dependiente de él, está condicionada por nuestra particular manera de ser, percibir, y conceptualizar. Que lo que APREHENDEMOS directamente del mundo, como presión, temperatura, formas y colores, ES LA ESENCIA de infinitos procesos que se producen en el mismo, en el plano de lo que somos, la particular escala espacio temporal en que existimos: EL MACROMUNDO
La tan concreta sustancia,
¿ES SOLO UNA MANIFESTACIÓN DE LA ENERGÍA?
ALGO QUE DEFINIMOS COMO LA CAPACIDAD DE SER. DE REALIZAR TRABAJO,
DE MANIFECTARSE,
TAN ETÉREA COMO CUALQUIER ESENCIA O IDEA.
LO SOBRENATURAL NO EXISTE,TODO ES UNO,
DIOSES SU NOMBRE.
Las cosas más simples están llenas de la magia que, por medios naturales, obra efectos que parecen sobrenaturales, pobres los que son incapaces de verlo.
La pregunta no es ¿DÓNDE? ¿COMO? ¿CUÁNDO? ¿QUÉ? ¿QUIÉN? o ¿CON QUE? sino ¿POR QUE? una pregunta que la ciencia no puede contestar y como es su costumbre la estigmatiza, negándole sentido. Si no te puedo descifrar no existes. De allí que niegue todo propósito a las leyes y comportamientos que descubre en la evolución del universo, en contra de toda evidencia histórica.
Pero el hombre no puede renunciar a contestarla. La ciencia debe ampliar sus métodos para dar cabida a otras formas de conocer, de aprehensión directa del mundo, presentes en el arte, la mística, la meditación, la contemplación de la naturaleza, y el amor. De cualquier modo lo hace sin reconocerlo.
Esta conducta de negarle un designio al mundo está fuertemente arraigada en la biología, donde se tacha de antropomórfica toda búsqueda de un propósito. Se dice que el hombre, al proyectar los suyos, halla una intención en la naturaleza.
Vemos, porque se formó el ojo en la evolución, y no se formó el ojo para que pudiéramos ver. Si lo primero no deja de ser cierto, lo segundo también lo es y resulta mucho más trascendente.
Aun cuando el azar, intervenga en la evolución, es adecuadamente conducido por la supervivencia del más apto, en una línea de acción que es fácil reconocer en la historia conocida de la vida y del universo. Y aceptando los propósitos de la conducta humana, ¿no es la naturaleza quien obra? ¿O es que acaso no formamos parte de ella?
¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DE LA EXISTENCIA?
El mundo ha de volver a la fuente de donde nació. Este evoluciona para crearse una conciencia que lo reconozca y le dé significado, que descubra en sus orígenes las esencias de las que surgió y a las cuales se dirige en un proceso de auto-comprensión.
DIOS
SE DESCUBRE A SÍ MISMO
A TRAVÉS DE NOSOTROS EN EL.
TODOS,
DE LAS MÁS DIVERSAS MANERAS
SEGUIMOS EL CUMPLIMIENTO DEL PROPÓSITO
QUE ES COMÚN A TODO LO EXISTENTE.
ESA ES LA IGNORADA RAZÓN DE NUESTRO SER:
SOMOS LIBRES DE ESCOGER EL CAMINO;
PERO CUALQUIERA QUE ESTE SEA,
ESTARÁ CONDICIONADO
POR EL PROPÓSITO QUE HA DE CUMPLIRSE.
Porque en la vida
los motivos que obran en nosotros con mayor fuerza
y nos conducen a la más alta satisfacción, están en función de ese propósito.
“Somos hijos de DIOS y herederos de su linaje.”